2009/08/10

Los mochos en diáspora

Le atribuyen a Albert Einstein una frase de cajón que debe haber andado de boca en boca desde los tiempos en que los pintores proletarios de Rupestre Lugo se iban a la cueva del CELARG en Altamira a exponer su obras. Dicen que Einstein dijo: "Cabeza e' webismo es hacer siempre lo mismo, usar el mismo método, la misma forma de pensar, la misma técnica, y aspirar a obtener un resultado diferente." Juro por el Oceéno Pacífico que me separa de mi Patria Grande, y ya que estamos ahí, el Canal de Panama y el Mar Caribe que me separa de mi Cabo Codera, que no estoy pensando en la forma melodramática con la que el presidente Chavez Frías maneja sus relaciones emocionales con el Dr. Varito (como con cariño lo llaman los narcos). Eso es tema para otra "entrega".

Pensaba en los mochos que ahora NO se juntan para rascarse. Estos mochos adolecen de la mano izquierda. La aborrecen. Ellos mismo se la cortaron. Si por ellos fuera, todo lo que significa e implica izquierda desaparecería de la faz de la tierra de un solo bombazo. No les tembló, no les tiembla y no les temblará el pulso -de la mano derecha, ¡claro!!- para producir uno, dos, tres..."holocaustos" (Vladimir Acosta me enseñó que no se debe utilizar ese término). Los mochos con papeles legales de Venezuela (los que aún los tienen) se juntaban para racascarse hasta Abril del 2002. Esa concentración de mochos que se abalanzó sobre el centro de Caracas convencida de que podian acabar con la voluntad de las mayorías populares, no llegó allí engañada. Creer eso es negar la condición de ovíparos de los pájaros chiquitos. Creer eso es negarse a leer los intercambios epistolares que los pistolas de la clase media hacían en sus listas en los días previos al "vacío de poder". No les salió bien el asunto a los mochos y los mochos han sido educados para hacer de su talento un azote (dígalo ahí, papá Simón!).

Los mochos ahora está en diáspora para rascarse mejor. La estrategia es, como sugiere Einstein, hacer las cosa diferentes a ver si resulta: dispersaos. Los mochos mayores se quedan en el país para joder desde adentro, y usufructar la impunidad de la revolución pacífica, y los mochos menores se van a buscar "mejores condiciones de vida" y "un lugar donde desarrollarse profesionalmente" (cf. gordito echándole mierda a la Revolución y defendiendo a los médicos que se van para España). Al igual que me pasa con el pozo séptico del turquito Mezerane que cuida Ravell, yo me entero del trabajito de los mochos por la clásica vía del chaflán. Que si las entrevistas que ponen en La Hojilla, que si los micros de VTV, etcétera (dicho con acento barinés). En lo que respecta al idioma escrito son menos las probabilidades, pero siempre
llega un chaflanazo.

Los Figueredo, que nada tienen que ver con el Indio de Maria Laya, son una casta de gente bien educada y fina que de cuando en vez invitan a comer con cubiertos a un hombre del pueblo para demostrar su talante democrático, su pluralidad, y su tolerancia (comillas al gusto). En conchupancia con Simón Alberto Consalvi crearon el portal Venezuela Analítica. Que sirve de punto de encuentro cibernético para todos eso mochos que creen que son intelectuales porque tienen un diploma universitario (dicho sin distingo de lado de la talanquera). Un mocho de estos que aspiran a ser gringos por naturalización, y que sabe a quién hay que venderle el alma (se dice darle el culo pero hay que mantener las buenas costumbres) me hizo llegar un escrito aparecido en ese reducto de mochos dirigido por los Figueredo: http://www.analitica.com/va/internacionales/opinion/3590621.asp
Declaración del Dr. Varito, desde Calamar, Bolívar (Viernes, 7 de agosto de 2009)

Y le agrega: "Impecable esta respuesta .... Lamentablemente tenemos un ignorante malandro diriguiendo(sic) la nacion. Pero que mal le habra caido al pais para merecer semejante desgracia (sic)."

Y mientras los dejemos, seguiran con ese calamar...

Cigarrón atora, que algo queda...

Manuel Brito