2009/08/19

!Con mi lechugino no te metas!!!

Tambien pude haber titulado: Censura A (¡sólo para niñit@s!!).

Los petrimetres de la clase media reaccionaria (allende o aquende la talanquera. Me da igual) son al Socialismo, es decir, el movimiento al Comunismo -duélale a quien le duela- el gérmen de la destrucción. Si es trivial demostrar que un sistema como el capitalista está condenado a la desaparición, y nos lleva a todos en los cachos, es aun más trivial demostrar que un proceso revolucionario (comillas al gusto) donde la clase media reaccionaria lleve la voz cantante es, por decir lo menos, una cacofonía (notese el uso de la "ce" y no de la "ge" en la segunda sílaba).

Alguien que le dedicó buena parte de su vida a agitar las conciencias escribió: "Mögen die herrschenden Klassen vor einer kommunistischen Revolution zittern. Die Proletarier haben nichts in ihr zu verlieren als ihre Ketten. Sie haben eine Welt zu gewinnen.". Y los petrimetres y lechuginos (o algo así...) de la clase media reaccionaria están encadenados con orgullo y por voluntad propia a un sistema de lavado cerebral de comiquitas y virtualidad, que ríete de los otaku japoneses. Viven en su isla de fantasía donde ellos se ven a si mismos como gigantes gigantes. ¡Dígalo ahí Tatoo!

La clase media, un invento patentado de la ideología capitalista para hacer sentir a una camada de pánfilos malcriados que son superiores al resto del pueblo porque completaron con mucho esfuerzo -repito: ¡completaron!!- cursos de educación formal, se ha ido creyendo clase social y exhibe -sin rubor alguno- un estilo de vida y un formato de acto reflejo made in USA, que sustituye al pensamiento. La "Klaviersonate Nr. 8 in c-Moll op. 13" es la musiquita de fondo... ¡Patéticos!!

Estos muchachitos que hacen vida "social" en la "red social" Facebook, que compran sus video games in Amazon, y que a pepa de ojo pueden saber la marca de la franelita que lleva Teodoro Petkoff (un catirito que le carga el maletín a Manuel Rosales), funcionan bajo esquemas burgueses capitalistas. Reaccionan a las mil maravillas a la propaganda imperialista. La Obamanía en las inner-city de Baltimore es un simple detalle cuando se le compara a la histeria por Obama desarrollada en los medios "alternativos". Sus visión política la compran en compotas mixtas (militarismo pendejon + "virtuoso" salesianismo) de los anaqueles de WaltMart. Y si les cierran el supermercado se ponen histéricos y chillan. ¡Tal para cual!!!

Los petrimetres y lechuginos (o algo así...) censuran todo aquello que no les conviene. Su falta de formación política es patética. Su trabajo "voluntario" en los medios alternativos, no es trabajo revolucionario, es el modus operandi desafachatadamente burgués que le permite manejar el aparato de censura, o el aparato de lisonjas para enaletecer a los amiguitos -comprando lealtades-. Cuando les toca huir hacia delante -porque la Revolución avanza-, van dejando atrás su hedionda estela de chismes y especulaciones, y su enrarecida red de amiguitos. Amiguitos que seguirán jugando a la revolución malcriada desde sus pentium hasta que expire "la concesión" o la paciencia.

La malcriadez de la clase media reaccionaria (aquende la talanquera) ha dado ya suficientes muestras de lo que no debe permitirse dentro de una Revolución que aspire a mantenerse en el poder por mas de dos generaciones y aspire a la formacion de hombres y mujeres nuevos (¡épale Ernesto!!). La malcriadez, la indisciplina y el pescuecismo son delitos. "Intelectuales", petrimetres y lechuginos (o algo así...) contad con los dedos, aunque los tengáis diferentes (o algo así...).

¡Eso es dándole!, que algo queda...


Manuel Brito

http://moliendo-cafe.blogspot.com/