2009/06/13

¿Quién mató al recomendador?

Podríamos también, en ese plural Majestic que le sirvió de hotel a Gardel cuando estuvo en Caracas, titular: La Teoría del Insulto. Hay gente a quien le insulta que le digan "el coño de tu madre": Las Quince Letras. Es la gente que opina (¡un decir!) sobre el libertinaje a que nos someten los medios de ideologización que sirven a los intereses del Imperio, pero no dice ni pío sobre las loas, que de frentón y de chaflán hace al amiguito (¡de ellos!) Walt Mart a ese mismo Imperio, con los recursos de quienes somos atacados por el Imperio. Te sacan como ejemplo non-plus-ultra el que alguien le haya sacado la madre al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela usando el espectro radio-eléctrico, o para ser mas específicos el espectro tv-eléctrico.

"El coño de tu madre", al menos en el trópico, no pasa de ser una expresión que condensa desacuerdo. Desacuerdo no en forma, sino en fondo. Poco tiene que ver con los labios vaginales de la mujer que nos pare. Si quieres insultar a la progenitora entonces tienes que agregar la palabra puta como adjetivo calificativo a la palabra madre. Ahí si, quizás hagas algo de mella. No tanto porque te indigne que se considere puta a alguien que no lo es, v.g. se mienta para ofender, como por el hecho de que el ofensor echa pa'juera sus valores de igualdad, fraternidad, libertad y responsabilidad (le faltó tinta a los franchutes revolucionarios) en relación con las muchachas -y no tan muchachas- que se dedican por necesidad, por injusticia, por miedo, por hambre, por angustia, por ignorancia, a vender orgasmos fingidos.

Resumiendo. No ofende quien quiere. Ofende quien hiede. Porque la sola presencia de quien hiede es de por sí un insulto. A mi me ofende que me alaben un escrito que ni siquiera se han leído, y que si se han leído no han entendido, sólo para cumpir con la burguesa costumbre de alabar y de estar buenas conmigo, y a mis espaldas, con mis enemigos. Me ofende que la gente tenga cara bonita para todos. Que se contradiga en mi presencia, o bajo mi lupa, en un voltear de caras, o en una secuencia de párrafos. Me ofende que mi opinión tenga que pasar por el filtro de los recomendadores. Que por ser recomendado, lo que yo escribo sea "crítica descarnada", pero que el mismo nivel de crítica, que sale de mi casa, de mi "IP address", de los dedos de quien me acompaña y como producto de discusión y análisis, sea considerado "envidia" por gentecita que necesita de la carta de recomendación, o el apellido, o la relación laboral, o a la que le sobra la hijodeputa ambición personal, para ponerse a alabar y sacar fiesta. Eso ofende. Ofende que en Revolución unos sean más iguales que los otros, que en apenas unas pocas horas -horas de extrema arrechera- pueda uno reconstruir la red de amistades y complicidades que son más dañinas al proceso revolucionario que todas las redes y relaciones que nos ha presentado Eva Golinger en su análisis -porque esa carajita si analiza- del flujo de dinero de la CIA hacia Venezuela. Destruye esa sociedad de cómplices y buenosparanada el entusiasmo de todo un pueblo.

¿Quién mató al recomendador?
¡Fuenteovejuna, nojoda!!!, que algo queda....

Manuel Brito