Cuando yo le recomiendo a mis paisanos, con modificados versos cursis de Calixto Pompa: "Estudia, revolucionario, sin cesar estudia", nunca falta un profesor universtario o un funcionario de la cultura, o un compendio sinergético de ambos, que diga que leer una novela de Balzac enseña más que leer el Manifiesto Comunista. Porque asi lo leyó de Ludovico, y Ludovico así lo leyó de quién sabe quién, y la comparación absurda que remonta en bongo por el Arauca llega hasta las mismísimas neuronas de Marx. Que ya es decir mucho. Pasa que uno busca la cita, y la caraja no se deja...
No me cabe duda. Para el profesor y el funcionario, Balzac es más importante. La pregunta que queda en el aire, enrarecido por razones obvias, es: ¿Y qué es lo que es importante para el joven revolucionario? ¿Echar físico en la playa con su prosapia sobre literatura francesa y su manejo de la lengua de Papillón? Y nada que decir del manejo financiero que Papillón daba a los esfinteres...
La frase con que esto inicio tiene una palabra clave en estos días de hipersensibilidad en el cuero: cesar. Apenas un acento la transforma en nombre propio: Al César lo que es del César. Que traduce a: Al Imperio lo que es del Imperio. Que traduce a: El Imperio no le deja nada a nadie, excepto a la metafísica. Pequeñas inconsistencias que consigue uno en el trabajito "revolucionario" del nazareno de san pablo.
Un dato estadístico burda de interesante es buscar la palabra "cesarismo" y sus variantes en el portal aporrea punto org. Cesarismo: 145 entradas. Cesarista: 102 entradas. La combinacion cesarismo y cesarista: 224 (¡resultado soprendente por aquello de la teoría de conjuntos!). La combinación cesarismo, cesarista, Javier: 145 (¡resultado sin sorpresas!!).
Una campaña sostenida, una cruzada coñísimo de madre manufacturada en contra del liderazgo de Hugo Chávez por los CENDESistas y Rigoberto Fumanchú (¡que me perdone Guatemala y su premio Nobel!) , los "intelectuales""revolucionarios" que dejaron que la Universidad Central de Venezuela se aburgesara en sus narices, y que contribuyeron a su aburguesamiento como ningunos otros, con ayuda de los rectorcillos cetaceo-vacunos y los profesorcillos euro-céntricos (¡oh Pari!!). ¿Y es esta la gente que, sin poder revolucionar siquiera sus sitios de trabajo, su inmundo habitat, piensa dictarle cátedra a Chávez y al pueblo que lo sigue sobre lo que es Revolución? ¿Con qué culo se sientan estas cucarachas (¡literal!!)?
La culebra no es ni con Luis Britto, ni con Vladimir Acosta, ni con Eva Golinger, ni con Monedero. La culebra es con los que disparan por la espalda y se aprovechan de la nobleza de los escritores y profesores universitarios que militan en la Revolución Bolivariana (intelectuales no son, por ahora...), que no tienen por qué ser chavistas, lo que no tienen que ser es decididamente antichavistas, acomplejadamente antichavistas, hijueputamente antichavistas.
Ditto, que algo queda...
Manuel Brito