La crónica que hace Ernesto Villegas del escandaloso (por hacerlo en el Anauco con tanta Plaza Bolívar con silla de a locha) encuentro de obreros calificados del sector educación y del sector cultura, más los dos o tres sifrinitos de la campaña del "cesarismo napoleónico", sirve para confirmar lo que hiede a 8000 mil millas de distancia. ¡Así será la podredumbre!!! Los sifrinitos son los únicos responsables de que los obreros calificados sean sometidos ahora al escarnio popular por ser "antichavistas". Que el presidente Chavez los trató con decencia y mesura, digan lo que digan las pieles sensibles.
Cosas de la vida, el concepto de antichavismo es claro como aguita de tinajero -pasada por modernos filtros y con su necesaria dosis de cloro-. El concepto de chavismo todavía está por verse. Todavía tiene el presidente que escribir, y mucho, para que con sus "líneas" en la mano -que las palabras se las lleva el viento- sean los pueblos los encargados de llevar adelante un proyecto de pais que se viene esbozando como los versos de Machado: "Golpe a golpe". Van dos, que se sepa, y quien sabe cuantos otros han sido neutralizados en la cuna. Vendrán más golpes para desmentir a Gardel: la ambición NUNCA descansa.
Lo que entristece es que se hayan puesto a la defensiva los obreros calificados, que están más o menos bien calificados, y que le dejen la vega a los sifrinitos para seguir atacando "el macabro stalinismo (marxista-leninista)" en la Revolución. ¿No habrá quien les dé a los sifrinitos manquesea una muestra gratiñán de lo que es stalinismo para ver si se les quita la pendejada? Lo cierto es que nuestro muchachones dejan que siga la función, que sigan con su cantata de la "democracia radical" (que ni es democracia, ni es radical) que sólo sirve en las cabecitas primorosas que, por extraño sortilegio, no ponen al Imperio y a la contrarrevolución en sus rosadas ecuaciones. Algo así como los estudiante de Física de tercer año de bachillerato(13-14 años de edad ) - que simplifican los sistemas de fuerzas que actúan sobre un móvil que se desplaza sobre una superficie. Los físicos profesionales, no obstante, deben considerar todas las fuerza importantes, siendo el roce una de ellas.
Una de las primeras cosas que le enseñan a los cuadros revolucionarios, y los obreros calificados deberían serlo y saberlo, es que no se dejen retratar en grupos, que no compren rifas y que si le piden prestado o el carro o la mujer, presten la mujer. Que al menos se sabe por donde le van a dar. No me pregunten por la version feminista del chiste porque es ¡tremenda!!!
Solidaridades automáticas cero, que algo queda...
Manuel Brito