De nacimiento, Edison Arantes lleva ese nombre: Edison. No dicen quien inventó llamarlo Pelé y no importa. Tampoco es que me importe mucho el fútbol, porque ni en ese deporte el Magallanes tiene rivales. El único deporte donde el Magallanes pierde, y pierde de calle, es en lanzamiento de disco. Alí Primera y su sello "Cigarrón" se los llevan en los cachos.
"Dogmatismos" aparte, que todos tenemos nuestro corazoncito, vuelvo al dogma (ahora si) que me convoca: el daño que causa a la Revolución (en mayúscula, sin apellidos) el innumerable número de peleles que pululan cual moscas sobre mi calva viril. Y vaya en la coincidencia con el poeta, estas moscas, estos peleles, me evocan todas las cosas. Todas las cosas malas se entiende...
Coincidirá conmigo quien esto lee, en que el hablar claro y raspao en tiempos de crisis - es decir todo el tiempo, porque el capitalismo como sistema es crisis- es una necesaria necesidad. El único "militarismo" inaceptable que se observa a 8000 mil millas de distancia en la patria de Jose Leonardo Chirinos es el de la generalización. A las doñitas (dicho sin distingo de género, allende o aquende la talanquera) que les molesta tener a un capitán de recaudador de impuestos y a un cura de agitador político, se les recuerda que las clases populares tenemos pocas tablas de salvación: la milicia y el seminario. Y con ellos hay que arrear.
Joyas como nuestros cuadros profesionales y políticos de probada eficiencia: Isabel Iturria y Blanca Eckhout, son hermosas excepciones a lo que es regla: una clase media profesional reaccionaria (allende y aquende la talanquera). Ya vendrán nuevas generaciones de profesionales responsables y formados políticamente como revolucionarios a desplazar a los esperpentos (o era "ex-pertos"?)
Las denuncias, las críticas, y hasta los cuarto republicanos premios nacionales de periodismo sufren de "militarismo", de generalizaciones. Unos a otros se cuidan "revolucionariamente" los callos:
Denuncia generales: "Allá arriba no sé dónde, en casa número cuánto, venden yo no sé qué cosa y vale yo no sé cuánto". Lo único que se puede inferir es que viven en un cerro. Y podemos especular "científicamente", como hacen los "doctores", que el cerro no es el de Matasiete; que lo mas probable es que sea el cerro de Bárbula (¡épale Atanasio!!).
Críticas generales: "No me pidan que cante que no puedo. Me duele el alma. Me duele el corazón". Entonces ¡chito, compa!! Si no puede dar nombres, y le duele el alma y el corazón porque lo acusen de ataques "ad hominen" (excusa boba de bobos), entonces usted no sirve para
cambiar el estado de cosas, o para cambiar las cosas del Estado. Que ya habrá tiempo de hacer desaparecer a ese Estado.
Premios "socialistas" generales: Por la originalísima, contundente y profunda frase "moral y luces son nuestras primeras necesidades" aparecida entre una de las decenas de miles de frases sin sentido, sin consistencia, lugares comunismos, trivia inconducente, e interminable
párrafos de auto-elogio, se le concede el premio "¿no tenemos a otro?" a...
Abastos Montevideo ( o algo asi...), que algo queda...
Manuel Brito