Quien haya tenido en sus manos alguna vez un número de Selecciones de Reader's Digest, habrá de reconocer el título de este suelto (como dice Misia Martínez, a quien todos llaman Ibsen). También está "La risa remedio infalible" y otros cuantos más que forman parte de mi primera inocencia. En la casa había un cerrito de Selecciones de principios de los 50 del siglo XX. Nada del otro mundo, comparado con Venezuela Heroica, pero material de lectura al fin... y un medio de penetración cultural, como pocos.
Un ejercicio interesante y que ayuda a forjar el pensamiento (Viola tricolor hortensis), es irse a la sección que aquí indico de citas, que generalmente tenía una de Churchill y alguna que otra de un tal Bernard Shaw, que quizás haya sido pariente del más famoso Raúl Shaw Moreno, y construir a partir de allí un ensayo. La idea es concatenar todas las frases de forma tal que pareciese que se dice algo importante. Al principio es algo difícil y por eso lo mejor es no zumbarse a concatenar las citas en el orden que aparecen. Bien puede uno cambiar el orden y acomodarlas de forma tal que pareciese que se dice algo importante. Pero una vez que le coges el paso, entonces aprendes a concatenarlas en la misma secuencia en que Selecciones te las brinda y de forma tal que pareciese que dices algo importante.
Lo demás es corte y costura. Te consigues al grupo de bolsas -que dicen que salen todos los días a la calle-, que crean que dices algo importante porque citas a mucha gente famosa en tu estilo ametralladora. ¡Y voila!!!
"Son todos tuyitos" (Aristóteles), que algo queda...
Manuel Brito