2009/06/19

Cuba como handicap

La palabra handicap la había visto escrita en dos ambientes totalmente distintos. Una, en la tribuna B del Hipódromo "La Rinconada" y la otra el día que a Harry y a mi nos negaron la entrada en el Valle Arriba Country Club a cuenta de que se reservan el derecho de admisión... y el deber de darle patadas por el culo a los proletarios. Era una temporada en que un hombre de color -bastante negro- y de origen bastante humilde, se convertía en campeón nacional de golf , ¡o facsimile!. Deporte en el que el campeón criollo se había iniciado precisamente donde había acabado el Generalísimo Miranda: Cádiz (o algo así...). La verdad es que habría que preguntarle a Harry qué fuimos a hacer allí. Yo no tengo la culpa. "Yo no fui. Yo te lo juro que yo no fui".

La primera vez que veo escrita la palabra en un ambiente diferente a los ya mencionados es en las minutas del Encuentro de nuestros obreros de la cultura y la educación con los tres sifirnitos que le echaron la burra pa'l monte. Cuba como handicap de la Revolución nuestra. Cuba como lastre. Cuba como verruga pelua. Cuba como "Y"aga... o como Desdémon"o" (¡es que somos tan cultos!!!).

Y ante ese despropósito, no hay quien tome el micrófono y, como es natural, mande a lavarse ese culo a los sifrinitos. ¡Es que somos tan cultos!!!

¡Nojoda!!!, que algo queda...
Manuel Brito