2009/02/02

Respeto... ¿respecto a qué?

SU SANTIDAD (WaltMart dixit) es un rolo e coño e madre, pero se merece mi respeto.

El juego se llama: Consiga la contradicción. ¿En qué consiste ese concepto de respeto? ¿qué es lo que se respeta?

El carajo es un facha de marca mayor (Brito dixit), pero respeto su profesionalismo y glamour (Clase Media medio rica y medio culta dixit).

La gente que pide respeto, en general no respeta. Deja caer su falsa modestia y su currículo, su red de amigos, su dentera y sus hemorroides, de forma tal de darle soporte a cualquier pendejada que diga, escriba, y/o como son predecibles, que piense. Desean morir a sombrerazos después de haber matado a jierro.

Respetar es argumentar con lógica clara, sin titubeos. Contraponiendo ejemplos, No con gustos y colores, y metafísicas, y religiones... Si te medio gusta lo que dice Hilter (aunque lo diga con glamour) y te medio gusta lo que dice el Che, estas medio jodido en la vida. Eso expresa Beneddetti en sus versos. Y sin no te gusta que te lo digan, porque hiere tu orgulloso curriculum, estas dos tercios jodido. ¿El surgimiento de la clase dos tercios??

No ha habido nunca una sola discusión seria -contraposición de tesis y antítesis- que en estas listas termine en síntesis. Síntesis que, como dicen los manuales soviéticos de marxismo-leninismo, se convierta en tesis y le permita graduarse a otro bolsa (o algo así...) que se convertirá en azote de la sociedad porque el talento y la probidad deben ir en tadem, hasta que le llegue su dialéctico sábado como a cualquier cochino. Ni una sola discusión que no termine en trivialidad y bolsería.

El tema del rol del los medios del Estado revolucionario en el proceso de toma de conciencia, en la contradicción suprema de que esos medios de comunicación sirvan para reforzar los miedos religiosos, y las loas solapadas al imperio y a sus valores, la chalaqueadera diaria de trabajos serios y responsables y re-vo-lu-cio-na-rios como los de Vladimir Acosta, con contra-programas que parecen misas evangélicas o clases magistrales en el IESA, cuando no repetición advomitum del
mismo chistecito, me dice a mi que la Revolución se estanca en una de las tricheras fundamentales de esta guerra. Porque Revolución es liberación y liberación implica ir desmontando uno a uno, con conciencia y convicción, y no con nariceos y sentimetalismos, las bases de la desigualdad.

Respeto involucra argumentar y saber perder ante la contundencia de un argumento, y la evidencia experimental que a ese argumento da sustento. Respetar es no meter la cuchara para demostrar solidaridades webonas con gente con las que nos conviene estar de buenas. Respeto implica poder apreciar el contenido de un argumento, y no buscarle los errores gramaticales a los escritos. Respeto siginifica estar bien
claros en qué se es y saber para dónde se va y no levantar banderas que no nos corresponden. Decirse socialista siendo adeco-copeyano de corazón, hechumbre y acción es un crimen. Decirse revolucinario y evitar pisar callos es, por decir lo menos, ser pusilánime. Yo soy comunista y no necesito estar dorándole la píldora a nadie y no tengo por qué buscar coincidir, ni en gustos, ni en colores, ni en
metafísica, con la gente que a conciencia y pulso se convierte en freno para la Revolución.

"Los comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus ideas e intenciones. Abiertamente declaran que sus objetivos sólo pueden alcanzarse derrocando por la violencia todo el orden social existente. Tiemblen, si quieren, las clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución comunista. Los proletarios, con ella, no tienen nada que perder, como no sea sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo entero que ganar."

Ditto, que algo queda...

Manuel Brito