2009/08/31

Los enemigos del Pueblo

Cualquier hijito de papá salido de un colegio de señoritas (dicho CON distingo de género), aspira a seguir en esa manguangua de ser el niño "prodigio" y mimado hasta el mismísimo día que le llegue la pelona y lo deje cuan gordo es. Su misión, y él/ella deciden aceptarla, es perpetuar el ambiente tal y como papi y mami le prepararon su canastilla, con lacitos de seda. Un mundo donde ellos son el centro de atención, bien sea con una sonrisa fingida, con una pataleta de malcriado o, la más de la veces, poniendo la cagada.

Desde la caída del gordito de Michelena a esta parte, una generación boba, y una más boba todavía en proceso de consolidación, heredaron el tinglado de "democracia" que construyeron sus padres y abuelos. Padres que, mal que bien, deben su notoriedad a sus cíclicicos escarceos y conchupancias con el fascismo. Ellos/as lograron a pulso -el pulso que da el apellido del diligente(sic) político- convertirse en ministros, embajadores, "intelectuales", directores, becarios, y demás cargos y posiciones dentro de la majestuosa teta del Estado rentista. Todos debidamente adornados por el adjetivo calificativo: inútil, v.g., inútil ministro, inútil embajador, inútil etecétera.... En eso los diligentes (sic) políticos fueron muy diligentes. Sus vástagos fueron "blanqueados" en los colegios capitalinos donde educan a los ricos buscando pedigree, y becados por el Estado en "las mejores universidades del mundo"(del mundo ajeno y estrechito que ellos conocen) comprando diplomas. Y en 1998 llegó Chávez con un discurso confuso e intuitivo, pero preñado de buenas intenciones, ¡y mandó parar! La reacción es de fotografía: unos histéricos han ido desdibujándose, todavía disfrutan de los botines. Otros, los más avispaos, se le pegaron a la ambulancia que tiene el portaviones.

La prueba irrefutable de inutilidad y mediocridad de toda esta masa amorfa y celulítica es nada más y nada menos que la ruina total de un país. Ruina económica, ruina moral, y para ser consecuentes con el látigo del pensamiento de Bolívar: Ruina luces. Un país que se convirtió en el primer importador de whisky y cuya masa pobre llego a consumir, usted no lo va a creer Alí Primera, comida de perros. Y nos daban educación para que no mordieramos los diarios, para que aceptacemos con pasividad el ser conducidos al desastre. Alguien la llamó con acierto "sociedad de cómplices".

Ese par de generaciones bobas, a las que todo le llega por herencia, sin esfuerzo, fueron, sin embargo, el espejo donde se vieron relfejados muchos aspirantes a burguesitos(que son los peorcitos), es decir la generación boba salida de las castas segregadas por el Pacto de Punto Fijo. Y son los cómplices de facto de ese modelo de sociedad excluyente. La eterna rivalidad de Magallanes-Caracas (en estricto orden de superioridad) es una novelita rosa comparada a la rivalidad que pueda existir entre un hijo de adeco y un sobrino de comunista, por dar un ejemplo, por ser ellos quienes repartan el presupuesto. Ese aguaeyuquismo ideológico que es la social-democracia es perfectamente heredable para un bobo, y mas si viene acompañado de chequeras ministeriales. Para un retoño de otroras revolucionarios, no obstante, la social-democracia es la tabla de salvacion, para marcar distancia con sus díscolos y aguerridos predecesores. Su lema de vida: "aquí es", el que le gritan a las carrozas carnestolendas los granugilllas "otoñales". Vaya que toda esta gente nació vieja de alma, ofuscados por su ambición.

Pablo Brassesco, un insigne analista y hombre de grandes ideas en pocas letras -como debe ser- nos comento, a mi compañera de vida y a mí, que esa marabunta camaleonesca que se filtraba en el equipo de trabajo del recién electo presidente Chávez, no era otra cosa que los que habían venido comiendo, con orgullo de esclavo de adentro, las migajas que dejaba la marabunta adeco-copeyana. Y que una vez instaladosy atornillados a la mesa del banquete del Estado, no dejarían para nada, ni para nadie...

No se equivocaba Pablo. Esa gente que "desde el principio" estuvo con "el comandante", se jugaron el quintico de la del Zulia. Consiguieron a quién les desplazara, sin mucho esfuerzo por parte de ellos, a sus eternos rivales. De ahí un paso a la guachafita de la repartidera y el nuevo riquismo, caras conocidas en nuevos negociados, premios para caras conocidas y trabajos desconocidos, que hacen del segmento pre-revolucionario del gobierno de Chávez un blanco perfecto para la crítica. La inercia cuarta republicana ganó peso con la nueva marabunta en esos primeros años de deriva y de fiestas donde se bailaba el porro de una manerna muy singular.

Pasa que el día 13 de Abril del 2002, llegó la Revolución y mandó parar.

¡Que nadie se equivoque!!! Faltan muchos por sacar, pero estamos trabajando...

Obras Públicas, que algo queda...

Manuel Brito