"C’est la lutte finale :
Groupons-nous, et demain,
L’Internationale
Sera le genre humain"
Esto es nada más, y nada menos, que el coro original y en franchute de "La Internacional". Con esta canción se inicia la tradición de poner la teoría revolucionaria en canciones para que nosotros, el pueblo las cantemos. Tradición que en mi tierra siguió Alí Primera, de quien alguna vez dijera es "el marxismo en canción". Y me contenta saber que esa frase en referencia a Alí, está siendo usada aquí y allá. Que se convierta en copla de la que nadie sepa quién fue el autor, como recomienda un tocayo poeta.
La traducción al español de "La Internacional" es fiel al original. Aunque he escuchado algunas versiones. Cuando se cantó por prirmera vez en el Estado Sucre, la famélica legión de habitantes del Golfo de Cariaco ni se inmutaron. Pensaban que el llamado a rebelión era sólo con los del Golfo de Paria: "¡Arriba, parias de la Tierra!! ¡En pie, famélica legión!". Esas cosas pasan. Hay que tenerle paciencia a mis paisanos del Caribe.
Me acorde de "La Internacional" porque acabo de recibir un mensaje de Hindu Anderi para la marcha del viernes 21. Aquí en Tokyo ya son las 3 y media de la tarde. En Venezuela, aún el sol del viernes no se asoma. No creo que pueda ir a la marcha, por razones harto conocidas, pero el mesaje es una excusa perfecta para reflexionar sobre "la lucha final".
La invitacion reza: "Medios de comunicación popular y colectivos revolucionarios movilizados contra la criminalización de la comunicación popular". La pregunta que irrumpe es: ¿quienes han criminalizado a nuestros comunicadores populares? Yo respondo: los enemigos de clase. Por una parte los que son de derecha y saben que lo son. Llevan la batuta. Ellos montaron el peine y los melenudos camaradas se peinaron. Nada tengo que reclamarles. Ya lo cantaba el filósofo Rodríguez: "No somos la rocas que golpean las olas. Somos de carne y hueso". A esos fachas por el medio de la calle, más temprano que tarde los vamos a sacar de las alamedas, de los caobos y de cualquier parque. Quise decir: de cualquier parte. A ellos les vamos ganar la lucha que viene antes de la final. Como diria un religioso: ¡Está escrito! Yo agrego: y con letras grandotas.
Por otra, nos criminalizan los que son de derechas y aun no se enteran, o lo disimulan. Y no sólo a los comunicadores populares. La rotulación de cualquier posición radical con baratijas como "dogmáticos" y "estalisnistas", se ha hecho cosa tan común que podemos meter a todos eso cangrejos en el mismo saco. Ellos mismos se dicen progresistas. Los más avezados y de agallas -así de grandes- te dicen que son socialistas, revolucionarios. No pasan de ser muchachones de clase media problematizados (aquende la talanquera) que tiene mucho más que perder en una Revolución que las cadenas. Se prepararon toda su vida para ser ellos la tapa del frasco, y necesitaban una movida de mata como la que se dio en Abril 13, para que fueran desplazados sus eternos rivales: la generación boba de adecos y copeyanos educados en la Venezuela Saudita. Estos muchachones harán lo que puedan aquende la talanquera para meterle palos y trancar al trapiche de la Historia porque para ellos hay dioses, hay reyes y hay tribunos, que constituyen sus supremos salvadores cuando de defender sus parcelitas de poder se trata.
Hete ahí la "lucha final", que algo queda...
Manuel BritoGroupons-nous, et demain,
L’Internationale
Sera le genre humain"
Esto es nada más, y nada menos, que el coro original y en franchute de "La Internacional". Con esta canción se inicia la tradición de poner la teoría revolucionaria en canciones para que nosotros, el pueblo las cantemos. Tradición que en mi tierra siguió Alí Primera, de quien alguna vez dijera es "el marxismo en canción". Y me contenta saber que esa frase en referencia a Alí, está siendo usada aquí y allá. Que se convierta en copla de la que nadie sepa quién fue el autor, como recomienda un tocayo poeta.
La traducción al español de "La Internacional" es fiel al original. Aunque he escuchado algunas versiones. Cuando se cantó por prirmera vez en el Estado Sucre, la famélica legión de habitantes del Golfo de Cariaco ni se inmutaron. Pensaban que el llamado a rebelión era sólo con los del Golfo de Paria: "¡Arriba, parias de la Tierra!! ¡En pie, famélica legión!". Esas cosas pasan. Hay que tenerle paciencia a mis paisanos del Caribe.
Me acorde de "La Internacional" porque acabo de recibir un mensaje de Hindu Anderi para la marcha del viernes 21. Aquí en Tokyo ya son las 3 y media de la tarde. En Venezuela, aún el sol del viernes no se asoma. No creo que pueda ir a la marcha, por razones harto conocidas, pero el mesaje es una excusa perfecta para reflexionar sobre "la lucha final".
La invitacion reza: "Medios de comunicación popular y colectivos revolucionarios movilizados contra la criminalización de la comunicación popular". La pregunta que irrumpe es: ¿quienes han criminalizado a nuestros comunicadores populares? Yo respondo: los enemigos de clase. Por una parte los que son de derecha y saben que lo son. Llevan la batuta. Ellos montaron el peine y los melenudos camaradas se peinaron. Nada tengo que reclamarles. Ya lo cantaba el filósofo Rodríguez: "No somos la rocas que golpean las olas. Somos de carne y hueso". A esos fachas por el medio de la calle, más temprano que tarde los vamos a sacar de las alamedas, de los caobos y de cualquier parque. Quise decir: de cualquier parte. A ellos les vamos ganar la lucha que viene antes de la final. Como diria un religioso: ¡Está escrito! Yo agrego: y con letras grandotas.
Por otra, nos criminalizan los que son de derechas y aun no se enteran, o lo disimulan. Y no sólo a los comunicadores populares. La rotulación de cualquier posición radical con baratijas como "dogmáticos" y "estalisnistas", se ha hecho cosa tan común que podemos meter a todos eso cangrejos en el mismo saco. Ellos mismos se dicen progresistas. Los más avezados y de agallas -así de grandes- te dicen que son socialistas, revolucionarios. No pasan de ser muchachones de clase media problematizados (aquende la talanquera) que tiene mucho más que perder en una Revolución que las cadenas. Se prepararon toda su vida para ser ellos la tapa del frasco, y necesitaban una movida de mata como la que se dio en Abril 13, para que fueran desplazados sus eternos rivales: la generación boba de adecos y copeyanos educados en la Venezuela Saudita. Estos muchachones harán lo que puedan aquende la talanquera para meterle palos y trancar al trapiche de la Historia porque para ellos hay dioses, hay reyes y hay tribunos, que constituyen sus supremos salvadores cuando de defender sus parcelitas de poder se trata.
Hete ahí la "lucha final", que algo queda...
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