Me tomo cerca de 47 años aprender que la militancia en el comunismo, el de manifiesto, es jugarle el billete entero a la soledad. Bravo!!! (coño ¡fue sin querer!!) Nunca es tarde cuando la dicha es buena, reza el adagio assai ma non troppo.
Pensaba, en lo poco que queda de mi segunda inocencia, que era el único tísico que se había alegrado con el contragolpe de Abril del 2002, porque esa era precisamente la dosis necesaria de cafeina para hacer que todo el mundo se mantuviese despierto hasta el día que nos llevara la pelona. Me equivoqué. Cuando más pedía que se radicalizara el proceso, cuando más hacían falta medios de comunicación revolucionarios guiados por gente con probada capacidad en la toma de decisiones y requeteprobada formacion política, "se me iban poniendo flacos" como mi esperanza se iba poniedo. Mientras más exigía que nos dieran oportunidades de estudio de la teoria revolucionaria para salir del síndrome bucólico de la revolución intuitiva, empezaron a salir los anticomunistas hasta de debajo de las piedras: "Socialismo del siglo XXI si, Comunismo ni de vainas". Ya de ultimo, guinda para la torta, los hermanos de la teología de la liberacion sacaron las garras: "¡Con mis Cristo no te metas!!!".
Todo un menjurge de doñitas (dicho sin distingo de género) de las más diversas procedencias defendiendo sus interes de clases algunos y sus intereses de vacaciones casi todos. Defendiendo el pedacito de poder que les llego de chaflán gracias a la heroicidad de un pueblo que salió a jugarse la del Zulia, que es la que más da. Todos sin excepcion refiriéndose al pueblo, a nosotros, en tercera persona del lejanisimo plural. Todos, sin excepción, en la llorantina más espantosa porque no podian comprar sus compoticas de "análisis" marca Walt Mart en el canal de televsión del Estado. Canal que deberia ser el primero en marcar pauta y cortar todo suministro de valores burgueses y de enwebonamiento.
Leo a Sant Roz que vuelve de su excursión a "los fransciscanos"... Me parece que más aprendió el coronel Mansilla en su "Expedicion a los Indios Ranqueles" (acompañado, casualidades de la vida, por dos franciscanos). En primer lugar siento que arrimarse a cualquier congregación cristiana buscando sosiego es claudicar. Ojalá todo sea una metáfora. Lamentable metáfora. Segundo, no puedo entender que un revolucionario se sienta deprimido por estar solo. Uno de los revolucionarios que mas inventó y mas erró en todo el continente se hizo llamar Samuel Robinson en alegoria al famoso personaje de Daniel Defoe.
Tercero, para muchos "revolucionarios" de pentium el onanismo es la unica fuente de acción -de cualquier acción- de la que disponen, así que le pido a Sant Roz que reescriba su último párrafo antes de mandarse a hacer una chaqueta en México. No se escribe para arrancarle aplausos a las gradas, se escribe para clarificarse uno
-con uno mismo-, para hacerse un revolucionario profesional, para que ningún amateur te tumbe un argumento con una pendejada de doñita (dicho sin distingo de género).
¡Que escriba!!, que algo queda...
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Manuel Brito
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