Fuera de cherche puej, leer y entender lo que se lee (¡el pequeño detalle que se olvida!!) forma parte de una disciplina de vida. Mucho antes de convertirme en profesional de las Ciencias de los Materiales supe que el papel aguanta todo. No importa sin en tensión, o en compresión; en flexión o en torsión, el papel aguanta. Por eso siempre me he dedicado a observar, con los mismos ojos que leo, a quienes mucho escriben y van dejando por ahí todo un regimiento de cabos sueltos y de sargentos amarrados: los autores contemporáneos.
Pongo especial atención a los fieros "comunistas" (católicos) de prosapia y pluma fácil, que me recuerdan el cuento de Jaimito, a quien se le cayó un fuerte en una calle muy oscura -era de noche pero llovía- y desesperadamente lo buscaba en la esquina donde había un farol y como a 50 metros del lugar del incidente. Con lógica Althussiana decía que en el lugar del incidente estaba muy oscuro para buscarlo.
¡Ay Haití!!, que algo queda...
Manuel Brito