2009/12/08

La imbecilidad y la miseria

A Sant Roz le parece edificante alabar al amigo(o potencial amigo), así no lo merezca, y entrarle a patadas a quien no se lo merece pero es pateable. Fácilmente pateable. Es la misma política, exacta, de los fachas, de los arribistas, de los que aspiran a codearse con las élites.

Cualquiera que busca arrimarse al árbol que da más sombra así lo caguen los pájaros -que también saben de sombra- no es comunista. Cualquiera que se anote en alabanzas a quien le puede arrimar la canoa, no es comunista. Aquel que sale en defensa de lo indefendible, no es comunista. Admito haber empezado a investigar sobre las grandes hazañas de Martita cuando a la ristra de cursi (burguesas) alabanzas publicadas por Sendero Luminoso (¡épale Presidente Gonzalo!!) se agregó la firma de Sant Roz. Y lo que conseguí no me piache. Para nada me piache. ¡Terrible!!!

A mi, en mi nunca humilde opinión, me parece una imbecilidad salir a defender el que una persona que pasó 30 años de su vida en la selva entrevistando guerrilleros y otros 30 sometida a los vejámenes de las cárceles y las torturas, decida vivir los ultimos 10 años de su vida en el Anauco Hilton (que es una cagada de hotel¡claro!! con unas camareras que no sirven para un coño ¡claro!, y con comidas que son una cagada ¡claro!). Súmale ahí, con todos los gastos "cubridos" por un proceso revolucionario que tiene billete y un tímpano débil a la lisonja por parte de quienes aprendieron del catolicismo todas las mañas para estar siempre en la pomada: "el camino de la excelencia".

Hay que agradecerle al carajo que le dio el pepazo final al Che que no nos haya sometido al suplicio de ver a Ernesto Guevara dando talleres de marxismo y exigiendo trabajo voluntario y sacrifico militante desde el penthouse del Anauco Hilton a nombre del Centro Internacional Ernestito (CIE) y con la señora de Guevara como asesora del centro y a los hijos de Guevara como investigadores invitados cada vez que les sale el "foro".

Miserables son los que teniendo ojos para ver, callan cuando conviene callar. Miserables son los que dicen haber estudiado marxismo con Martita, sin haber abierto un libro de teoría revolucionaria (¡épale Patiño!!). Poco edificante es que quienes tienen que darnos ejemplo nos den mal ejemplo. Y, para terminar con esta respuesta a quien de la misa solo conoce la mitad, efectivamente yo y mi familia vivimos millones de veces mejor que lo que puede vivir Marta y su pandilla. Sin cargos de conciencia, sin haber engañado jamás, sin búsqueda de privilegios, sin hacer billete y construir redes de privilegios y privilegiados en nombre de la Revolución, del Socialismo, del Comunismo.

¡Que les sea leve!!, que algo queda...

Manuel Brito