El jabón Las Llaves es bueno para todo. Hay quien asegura que hasta para el pasmo. Tuve una novia, pero ella no me tuvo a mí, que así son los amores de estudiantes, que tenía una larga y hermosa cabellera rubia, aunque yo puedo asegurar -con los pelos en la mano- que era morena. Ella no usaba champú. Usaba jabón Las Llaves. De ahí, y me consta, las propiedades afrodisíacas del jabón. Propiedades afrodisíacas que nunca superaran a las "ostras". De ahí, que los religiosos tengan prohibido desear a las "ostras", es decir a las del prójimo.
Imagine vuesa mercé qué "revolución" del lavado no hubiésemos tenido si a esta maravilla de jabón, el jabón Las Llaves, hubiese contado con el nivel de frecuencia y alcance de la propaganda que tienen otros detergentes, detergentes para cerebros debiluchos, y que de gratiñán, le hace el devenido-en-sifri portal "revo" a los "círculos sociales" (¡eufemismos!!) financiados y controlados por la Central Intelligence Agency (agency que no tiene la I de adorno). ¡Cuidado!! Que estos aguerridos sifri-guerrilleros. Pueden tomar el cielo por "return"
Dénle "delete" a la ridiculez, que algo queda...
Manuel Brito