2010/02/02

El "melódico" (o sea Mier Hoffmann)

Cuando Renato Capriles tuvo que escoger una frase de impacto para su orquesta, se decidió por una imperativa: "la orquesta que impone el ritmo en Venezuela". Y eso, sabiendo que la Billo's Caracas Boys le llevaba una morena y una rubia. Hasta simpático suena el que alguien decida unilateralmente que es el quién impone ritmos musicales a un país, tan diverso y tan complejo -como casi todo los países- como Venezuela. Desde las cumbres andinas..., hasta los abismos de los foros -cuando les sale del forro- del Centro Internacional Martita, desde la sabana con su piratas de Guayana, hasta la serranía de la costa central, desde Castillete hasta Macuto (otro castillete), desde Macuto hasta Macuro (como para anotarlo), Venezuela tiene en su corazón un solo ritmo, que si no, fallece. El que le impone la orquesta de Renato. ¡Vaya y pase!!

Pero ¿qué hacer, mi estimado Vladimir Ilich, cuando quien te impone su presencia es un desventurado que ni musiquita buena trae? ¿Qué hacer, Lenin, cuando el desventurado envía correo directamente a mi buzón, en violación de mis torcidos (desde la perpectiva burguesa) derechos civiles y militares? ¡Es un abuzón!!!!

No me molesta que me envíen propaganda de rolex de bisutería, de viagra y de cómo hacer para que mi pene no se apene. La combinación debe ser perfecta. Porque un anillito hecho con el rolex, después de una dosis extra de viagra, es cosa que se podría experimentar. ¡Quién quita y alcanzas el nirvana, aunque sea lo último que alcances! Pero ¡cómo me jode el dia recibir las webonadas metafisicas, el anticomunismo manifiesto y militante, el culto bolsiclón y la
interpretacion subjetiva, amañada, halada por los pelos y farandulera, de la memoria de Bolívar y de la historia que se desprende de un tal Mier Hoffmann! Un tipo cegato, al que los "revos" le dieron el garrote. Un primate al que los "revos" le regalaron la hojilla. Un carajo borracho de si mismo.

¡Dígalo ahi Ulianov!!!, que algo queda...

Manuel Brito