2009/07/10

Mala Espina

¿Cómo puede haber una mala espina? Piénsalo bien, muchacha, piénsalo bien. Te lo recomienda Agustín Lara.

Para el pez, la espina es hueso, es vértebra. Cada una de esas espinas tiene una función, todas son buenas. Que alguna espina se ponga mala, es otro asunto. Si los peces tuviesen traumatólogos... Para la rosa, la espina es defensa. Haciéndome eco de Umberto podría escribir: "En el apellido de la rosa": Espina. Mala no es la espina sino el que menea la rosa, cuando se podría limitar a pasar. Así sólo recibiría su aroma. ¡Dígalo ahí, Alberto Arvelo!

Cuando dentro de una misma organización, donde todos los miembros han recibido la misma educación, comparten los mismos valores y creencias, manejan las mismas herramientas de análisis, y manipulan con los mismos métodos, aparecen opiniones divergentes sobre temas fundamentales, a mi me da mala espina. Es una excelente estrategia para mantenerse siempre a flote. Es como esos "granujillas otoñales" (por viejos) con los ojos vidriosos y las cabezas vac´as que no se posicionan de algún lado de la talanquera, sino que se suben a ella, esperando saltar para el lado que convenga, cuando convenga. Mi viejo solía decir que le echaban un tiro al gobierno y otro a la Revolución. Ejemplos hay como sorgo, el griego.

La iglesia católica ha sobrevivido 1700 años usando justamente esa estrategia. Oir al regiomontano Obispo de Saltillo, una ciudad que queda a un saltillo de Monterrey en el norte de México, exponer sus puntos de vista sobre lo que acontece en Honduras, es una verdadera delicia. Tanto, o casi, como contraponer los deliciosos análisis sobre Imperialismo de López Maya, la margarita CENDEista que se deshojó, con la risa burlona con que ella misma expone, en English for the people, su versión prejuiciada de la realidad venezolana. Es casi, o tanto, como deleitarse a la espera de las cosas buenas de la vida provenientes de los excelsos y "revolucionarios" alumnos del rey del CENDES Heinz Sonntag (salsa ketchup de reacción con manipulación), que nos disparan por la espalda desde las trincheras de la Revolución, con el beneplácito de quienes tiene el deber de salirle al paso.

mediocridades engreídas, que algo queda...

Manuel Brito