2009/07/23

La inutilidad de lo pendular

La gentecita que genera más desprecio en quien estas líneas escribe no es la gentecita que abraza las ideas de derecha. Un facha que vaya por la mitad de la calle "cara al sol" es, en esencia, un reloj análogo roto : "da la hora exacta al menos dos veces al día". Todo lo demás es inexacto, su interpretación de la historia, su interpretación del hecho biológico, pero en gran medida son entes predecibles. Sabes por dónde vienen y cómo vienen. Si te ganna en la guerra es porque eres un descuidado, que ya bastante te hemos avisado.

Leon Foucault, era famoso mucho antes de que Umberto se hiciera Eco de su más interesante -que lo simple es contundente e interesante- ejercicio de difusión de la ciencia y de la habilidad de pensar. La habilidad de pensar difiere de la habilidad de ingerir puñales para pasar exámenes y tapizar la pared con diplomas inútiles. ¡Al fin! Radio Nacional de Venezuela le hace caso a Simón Rodríguez y nos recuerda en un micro el cómo y el detalle de su exigencia al gobierno revolucionario, para la enseñanza de lógica y de materialismo como canales expeditos para enseñar a pensar. ("¡Amén!!!", ¡como dirían los religiosos metafísicos disfrazados de todo los tiempos!).

Y ya con Foucault y su péndulo...Esa gentecita, que de la boca para afuera son de izquierdas (nótese el plural), se balancean entre posiciones y cambian su forma de evaluar a un mismo individuo, a una msma idea. Pasan de derramar empalagosas alabanzas y loas, cuando conviene alabar, y se zumban por el barranco de la mentira y la burlita, cuando el viento sopla en contra. Y tarde o temprano el viento sopla en contra de los invertebrados, de los oprtunistas.

¿Son o no son despreciables? Yo pienso que si. Despreciables en grado máximo. Y como me enseñaron a evaluar con los sentidos tal y como exige Rodríguez, con lo que está sobre el tapete tal y como exige Rodríguez, y no con el "corazón" (músculo que sirve para bombear sangre que aunque plebeya tiñe de rojo), entonces no ando por la vida repartiendo halagos, ni hermandurías, que voy a tener que cambiar por intrigas, y habladeras de webonadas en un futuro cercano.

Soy comunista desde 1973. No estamos aquí ponerle caras bonitas a nadie y mucho menos a quienes confunden y desarticulan la Revolución. Los comunistas no escondemos ni nuestras ideas ni nuestras intenciones. Tiemblen, si quieren, los pendulares. Hay suficiente tijera para cortarles el fino hilo del que viven colgados.

¡Dénse con todo!!!, que algo queda...


Manuel Brito

http://moliendo-cafe.blogspot.com/