Cuenta la leyenda que en un árbol se encontraba encaramado un indiecito guaraní. Por "extraño sortilegio" cayó de su rama, y en choguí se convirtió. Los panas del indiecito, que no abandonaron sus creencias en el dios árbol, el dios tierra, el dios agua, el dios lluvia, el dios mango bajito, y el dios hormiga, supieron que podían correr con el mismo extraño sortilegio porque la aldea se llenó de pájaros choguí. El extraño sortilegio olía a pólvora y si te le acercabas mucho el extraño sortilegio te mataba dejando heridas punzo-penetrantes.
Cuenta otra leyenda que un comunista una vez entró en la choza de la madre del primer choguí, ahora abuela de cabellera blanca. Junto a la chimena, donde hay feria de lumbres, rezaba la viejecita sus cosas de costumbre, y surgían de la hoguera entre rojos destellos, la cadena de duendes que peinaba sus cabellos. El tipo entró y se dedicó a burlarse de las creencias de la viejita. Que maluco el comunista, ateo sin estrategia!!! Burlarse del pueblo al que han hecho cristiano a fuerza de extraños sortilegios, cuando debería más bien REFORZAR esas creencias para ganar los votos que no ganábamos en el pasado... ¿Y que nombre le pondremos? ¿Manipulación de izquierda? ¿Con qué fin se dan respuestas "espirituales" a premisas falsas?
Mientras tanto, seguimos bautizando a los niños en la religión que a punta de "extraños sortilegios" nos impusieron, y esos niños, superticiosos, temorosos de fuerzas sobrenaturales, débiles mentales expuestos al aparato ideológico del capital, cuando tengan oportunidad de seguir una carrera universitaria dejarán vacantes los puestos dedicados a las ciencias naturales y exactas, para dedicarse al "gamelote" teocrático (porque no hay lógica en lo teo), según nos cuenta un indiecito de apellido "¡Acuñita vale!!" que está encaramado en un árbol que nació asesoradamente torcido.
A petición de parte interesada: Ya no le pregunto a Martín. Hay que hablar con el rey para que no nos corten al cabeza. Le pregunto al jefe de la estrategia neo-socialista, al mismo jefe que en 1999 combatíamos porque no pasaba de ser un militar nacionalista rodeado de social-democrátas oportunistas, que se refería a Pérez Jiménez (el del exilio dorado) como "mi general" y al general en jefe del oportunismo y del anti-comunismo militante de los católicos argentinos como "mi general"; el mismo que pensábamos había despertado a los intereses de los pueblos después del coñazo de Abril 11, del 2002. El jefe que es promotor de toda esta perorata "espiritual" vía medios de comunicación del Estado, que deberían ser pulcramente LAICOS, y responsable principal del despropósito de diluir la teoría revolucionaria en 4 ó 5 versos del "Evangelio del Espíritu Santo" (que ahora le dicen "Hechos" porque les da pena).
Irreductible, que algo queda...
Manuel Brito