2009/04/23

"Centrismo": la enfermedad senil del "comunismo"

Quizás es un asunto cultural, pero "cuando oigo la palabra próstata, pego el culo a la pared". Y ahora más, cuando entramos, según dice Carolina Espada, en esas edades en las que pagas para que te metan el dedo. Yo y mi familia lamentaríamos muchísimo el que yo, en la estación lluviosa de mi vida (que en el trópico no hay otoño) dejara de ser yo para convertirme en un abuelito baboso, pacífico y conciliador.

También llevo estadísticas sobre el tema. Gente cuarentona que hace 20 años decía militar en las corrientes revolucionarias (directas o alternas, no importa) ahora que han pasado por el tocamiento de próstata y le han agarrado el gusto, son los adalides de lo conciliador, de lo pacífico, de lo baboso. No es difícil generar conclusiones a partir de semejante evidencia experimental. No es uno. Son decenas de miles en toda la galaxia.

Ahora que pusieron de moda llamar ultra-izquierdoso e infantil -gente que nunca ha leído a Lenin y si lo leyó no lo comprendió- a todo aquel que le tome la palabra al presidente Chávez y ejerza el poder popular, vuelven a sacar de sus baúles empolvados la leyenda urbana de que a Allende lo tumbó la ultraizquierda. No te dicen que el despelote contribuyó a la poca capacidad de maniobra y defensa de la Revolución chilena. Despelote del que es culpable quien cree que el Imperio se queda tranquilo y sonriente cuando se gesta una Revolución. Te dicen que los ultras lo tumbaron, y después vuelven a darse con la punta de la lengua en su diente roto. Hasta que se les ocurra otra pendejada. Total, las masas manipuladas los consideran "intelectuales" y gozan de aceptación.

A estos abuelos equilibraditos, que dicen saber de historia y ser revolucionarios, habrá que hacerles una compota de oficios desclasificados de la CIA y ponérsela en los anaqueles de WaltMart, que es de donde reciben su única fuente de vitaminas.

¡Pusilánimes!!, que algo queda...

Manuel Brito