La manipulación como arte

"En el camino aprendí
que estar solo no es soledad,
que cobardía no es paz
ni ser feliz, sonreir
y que peor que mentir
es silenciar la verdad."
(tomado de la manipuladora misa evangélica que transmite RNV)

Desde Marzo de 1959 llevo estadísticas. Toda gente de palabra fácil, amplia sonrisa y cordiales modales, que anda por la vida repartiendo halagos merece mi total desconfianza. Podrán ser como Lusinchi y Lusinchi como ellos, pero ni de vaina son como yo. Más temprano que tarde se abren las alamedas y los veo pasar con sus agendas manipuladoras, sus dogmas y sus profundas alienaciones y miedos buscando con quién compartir su cruz, o su medialuna. Los que alguna vez me han alabado intentando manipularme y ganar mi silencio y mi complicidad, o desviar las críticas que hago desde una clara perspectiva política y una cultivada ética profesional, saben que se jodieron conmigo. Son demasiadas las aldeas destruidas de Vietnam y Cambodia, los pueblos arrasados de Cataluña y Aragón, los caseríos masacrados de Nicaragua y El Salvador, las víctimas de teatros de operación, y las masacres de estudiantes revolucionarios en mi patria chica, para dejarle a la manipulación religiosa, disfrazada de lo que sea, la vega para que la usen como potrero. La Revolución se hace para desalienar al ser humano y no para postrarlo ante la obra del "creador", de su hijo, de su paloma y de sus apóstoles y sus pistolas.

"Los comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus ideas e intenciones. Abiertamente declaran que sus objetivos sólo pueden alcanzarse derrocando por la violencia todo el orden social existente. Tiemblen, si quieren, las clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución comunista. Los proletarios, con ella, no tienen nada que perder, como no sea sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo entero que ganar." (Manifiesto Comunista, 1848)

Con miarte tengo, que algo queda...

Manuel Brito