2009/02/11

De la imperfección como excusa

Según me cuentan los entendidos en temas bíblicos, el dios de las tres principales religiones monoteístas (etc, etc) , se metió 14 pepas de valium el séptimo dia, cuando había constatado que todo lo que había creado era perfecto y puro. Pasaron, y lo digo con exactitud, sopotocientos millones de años desde ese orgasmo hasta que el hombre descubrió la imposibilidad de total pureza, y otros tantos años hasta que con leyes naturales pudo explicar el fenómeno. Después del suicidio de dios, confirmado por el tufo ancestral -tufo a miseria y deshumanización, digo- y la autopsia del patólogo Nietzche, la termodinámica ha sido herramienta de trabajo de imperfectos e impuros, y constante en los procesos que esos imperfectos e impuros se proponen como trabajo de vida...

Pasa que algunos adelantan la imperfección y la impureza como la excusa que resuelve todos sus problemas. Otros, sin embargo, nos dedicamos a explicarlas como estado natural, y hasta como ventaja: sin impurezas e imperfecciones, sería peliagudo, por decir lo menos, hacer que un cristal de cuarzo, de eso que se roban los sifrinos en el Parque Nacional Roraima, puedan ser deformados plásticamente si les da de lleno el sol. Sobra decir que ese fenómeno natural fue explicado a los sifrinos del trópico (problematizados o no) por el doctor Rubén Blades, otrora revolucionario que sedejodeso cuando lo hicieron funcionario.

No somos suizos, rezaban los adecos. Suiza como ejemplo de perfeccion, supongo. Y de allí que los uruguayos que se
sienten perfectos (con las muy contadas excepciones del caso) se hayan comido el mojón de que fueron la Suiza de América. Es que la realidad es implacable. Decía...Cualquier parecido con la adequidad es coincidencia. Coincidencia que duele, pero que se veía venir. Porque una cosa es el Socialismo y otra cosa es la socialdemocraciacristiana (Nolia dice que todo va pegado...). Una cosa es una Revolución y otra el creer a pies juntillas en la perfectibilidad del régimen socialdemocratacristiano donde todos eramos amiguitos, y en su superación histórica por una revolución inédita del siglo xxi que no debe pisar callos porque eso es muy feo, y que pena con esos señores que ha sido amigos de toda la vida.

Si fuese a evaluar nuestra Revolucion y sus imperfectos, pero perfectibles, logros por lo que se dice, se hace y se piensa -porque para predecibles,búsquenlos- en las listas de profesionales clase media (aquende la talanquera, por ahora...) cometería el error supremo de olvidarme del entusiamo de mi gente (¿o debo decir de nosotros para complacer?) por estudiar y hacerses partícipes de la construcción del país y del subcontienente. Las imperfecciones en ellos, el no manejo aún de herramientas de analisis revolucionarias, es decir comunistas, o la simplicidad de evaluación que involucra el decir "Esta casa me la dió Chávez", son todavia perdonables.

Ya de los imperdonables creo haber escrito suficiente. Y el plazo de 7 años (7 de kábala) que les dí para ver si cambian sus moditos sifirnooides está por cumplirse. Aquel que no se dejó de pendejadas y blandenguerías impotentes el 11 de abril del 2002, y sigue pensado que la Revolución se hace sin pisar callos es, por decir lo menos un intelectual (¡que ya es abusar!). ¿Y qué he recibido de esos imperdonables, directa o indirectamente? Respuestas predecibles, casi que adecas: llenas de soberbia de quienes creen que se la están comiendo porque mantienen a flote con todas sus imperfecciones (claro está!) las instituciones burguesas, meritocráticas, elitescas, clasistas y macollistas de la sociedad que hizo aguas (con todas su imperfectibles defectos) hace ya 20 años. Si las misiones se hiceron para saltarse a la burocracia del Estado burgués, si ha cambiado el sistema de salud, si cambió la agricultura, si cambió la industria petrolera, si ha cambiado el ejército, la educación, la diplomacia, ¿qué excusas hay para no intentar con atrevimiento, con audacia, un cambio en el estamento cultural y en su permanente siembra y reforzamiento de valores burgueses, por tierra, aire y mar???

Ahora dense ahí los funcionarios con mi estilo "quenollega" y el correcto uso de los adjetivos posesivos. Con la burlita pendejona sobre la perfección de quienes le critican lo que es criticable. Y critico porque para eso me da la constitución rango de contralor. Y lo ejerzo, ¡coño!!! Vía Internet y censurado por los medios "alternativos" en manos de muchachitos clase media profesional, que no pasan de ser censuradores de derecha, y jalacolaboradores de los funcionarios. La conchupancia de otrora: "Nuevos hombres, mismos procedimientos", que decía Cipriano en 1899.

Contra la insolencia de los nuevos ricos, que algo queda...

Manuel Brito