2010/02/17

Propaganda

Existió alguna vez, escribo en pasado porque no revisé la semana pasada en los anaqueles de "los chinos" de la Zuloaga, un producto comercial del que no recuerdo haber visto nunca propaganda alguna: Jabón Las Llaves. Para quienes nunca lo han visto lo describo: Una panela azul con vetas blancas, o blanca con vetas azules, que viene sin envasar, sin envoltorio, y con perfume a jabón, que es un perfume que es difícil de explicar a la gente que manda a la lavandera a lavar con jabones con olor a lavanda. El logotipo son un par de llaves en relieve, de allí el olor, o quizas las vetas. Llaves que desparecen con el uso.

El jabón Las Llaves es bueno para todo. Hay quien asegura que hasta para el pasmo. Tuve una novia, pero ella no me tuvo a mí, que así son los amores de estudiantes, que tenía una larga y hermosa cabellera rubia, aunque yo puedo asegurar -con los pelos en la mano- que era morena. Ella no usaba champú. Usaba jabón Las Llaves. De ahí, y me consta, las propiedades afrodisíacas del jabón. Propiedades afrodisíacas que nunca superaran a las "ostras". De ahí, que los religiosos tengan prohibido desear a las "ostras", es decir a las del prójimo.

Imagine vuesa mercé qué "revolución" del lavado no hubiésemos tenido si a esta maravilla de jabón, el jabón Las Llaves, hubiese contado con el nivel de frecuencia y alcance de la propaganda que tienen otros detergentes, detergentes para cerebros debiluchos, y que de gratiñán, le hace el devenido-en-sifri portal "revo" a los "círculos sociales" (¡eufemismos!!) financiados y controlados por la Central Intelligence Agency (agency que no tiene la I de adorno). ¡Cuidado!! Que estos aguerridos sifri-guerrilleros. Pueden tomar el cielo por "return"

Dénle "delete" a la ridiculez, que algo queda...

Manuel Brito