2009/09/18

¿Cuánto tiene el pote, Cecilia?

"Venezuela es un país joven". Nótese la ausencia de coma entre país y joven. Aunque en más de una oportunidad antes de Abril 13 del 2002, usé la expresión con coma entre país y joven para explicarle a un joven interlocutor que aunque éramos una colonia en la práctica, en teoría éramos un país. Un país joven, insisto, donde una expresión como la que sirve de título no causaría mayor conmoción en la sección memoria de la tapara.

Yo la conozco de oído, porque mis padres la mencionaban. Se trataba de un progama de concursos "Monte sus Cauchos Goodyear". Lo animaba el Profesor Negrón (o afrodecentón, como quieran) y Cecilia Martínez parece que era la figura bonita del programa. Una versión de este programa si llegue a ver, creo, en Venezolana de Televisión allá por los años en que Basil Batah le quitaba la máscara a uno de esos enmascarados en "Catch-as-Catch-can" (primera lección de inglés, dicho sea de paso).

Me vino a la memoria ese programa, y no una respuesta de Carlos Andrés Pérez, o de Jaime Lusinchi, o de cualquier ministro balurdo de la cuarta, com el tal Teodoro Petkoff (el catirito que el carga el maletín a Manuel Rosales) porque a pesar de los pesares, no creo que gente de quien aprendí a escribir con humor, con inteligencia y con punteria (aunque ya se haya dejado de eso) esté haciendo billete de las arcas del Estado.

Si alguien del equipo de Roberto Hernández Montoya, presidente del Centro de Estudios Latinomericanos Rómulo Gallegos, acompañado de un jalamecates de marca mayor y de larga tradición republicana (jaló en la tercera, en la cuarta y ahora en la quinta) responden a la contraloría social, derecho y deber que esta contemplado en algun artículo de la Constitución que vamos a reformar pronto : "anda y bajate el pdf de memoria y cuenta" o facsimili, creo que vamos mal. Esa es una respuesta adeca con musiquita de romería blanca. Además, y si lo que aspira es a vencer por confusión o por cansacio, están pelados. En el 2008 hay memoria pero no hay cuenta: ¿Cuánto hay en el pote, Cecilia?????

El problema está en responder siempre con estadísticas tontas. Que un par o un trío de secretarias de las principales casa editoriales inscriban para un concurso cuanto librito tengan en su base de datos, no puede ser tomado como un muestra seria de la calidad de ese concurso. Punto. Batir "récords" no es el objetivo. ¿No gusta el comentario? No es mi problema que no se pueda argumentar sobre esa situación, sin tener que recurrir a la media verdad o a la media mentira. Me ladilla tener que tratar a la gente sacándole las cosas con cucharita.

Ahora, cuando un ciudadano pregunta cuanto le cuesta a la nación ese concurso, la respuesta tiene que ser única: Tanto en bolívares fuertes. Y ese tanto incluye no sólo el monto del premio, sino todo los gastos de logística asociados a éste. Y si ese tanto le parece exhorbitante, fuera de perol, a uno solo de los ciudadanos de ese pueblo que está obligado a hacer contraloría social, entonces hay que darle una respuesta convincente, revolucionaria, donde se demuestre que la cuarta república desaparece de todas nuestras intituciones públicas Y la respuesta es única: Tanto en bolivares fuertes. Y el origen de las partidas es: Este. Y en terminos cualitativos ese gasto público, podría considerarse una inversión por esto y por aquello, sin nunca huir por la trocha del "ganamos respeto", porque el respeto no se ganó, no se gana y jamás se ganará, dando premios. El respeto se gana cuando nuestra conducta de la boca para afuera es idéntica a la conducta de la boca para adentro.

¡Y punto!, que algo queda...

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Manuel Brito

http://moliendo-cafe.blogspot.com/