2010/01/26

¿Quién escribe la Historia?

Un acto reflejo deja caer: "El vencedor escribe la Historia". Y otro acto menos reflejo desliza: "Y los vencidos, con sus historietas personales, legalizan los pliegos de los vencedores".

Sé de tercios disfrazados de gente decente que aún le prenden velas a Marcos Evangelista. Tercios que dictan cátedra (¡un decir! risible, pero decir...) en la Escuela militar. Tercios que festejan el 2 de diciembre encapillaos. Para estos tercios la Venezuela arrodillada al capital extranjero, era un paraíso de dicha de pan, paz y trabajo. "No existían ranchos" te dicen con apresurada imbecilidad. No responden qué hacía la Guardia Nacional, guardia pretoriana del gordito de Michelena, con quienes intentasen hacerse un techo. Los mismos que, sin techo, veían cómo se realizaban obras faraónicas para el indiscutible desarrollo de la Patria: ¡teleféricos, por ejemplo!!. Todo en medio del culto a la cachucha, por ejemplo. Lo de que la Patria es el hombre son mariconerías que sólo se le ocurren a comunistas trasnochados. ¡Trasnochados desde 1842, claro!

Para Sant Roz, los comunistas y adecos que murieron en Guasina, ¡por ejemplo!!!, o fueron quebrados en la Seguridad Nacional, ¡por ejemplo!!, no son pueblo. ¿Qué son? Al sátrapa impuesto por Washignton y condecorado por Washignton por hacer el trabajo sucio de darle patadas por el culo a los comunistas, trabajo que delegaron (óigase bien: ¡delegaron!) a Trujillo en República Dominicana, a Somoza en Nicaragua y a Perón (¡dos veces!!) en Argentina, lo tumbó el pueblo que resistió a otra dictadura impuesta desde afuera. Sant Roz debe tener muchos dedos en su mano para poder contar esos muertos. El proceso en contra del gordito de Michelena, NO arranca el 1 de enero de 1958. El que los dirigentes social-demócratas vendidos al imperio, la burguesía parasitaria vendida al imperio, el clero comprado por el mejor postor (que la santidad es flexible) se hayan quedado con el coroto, no es más que un resultado. Resultado previsible. Resultado desaletador, he de conceder. Resultado que sólo indica, para los combatientes comunistas del futuro, las debilidades en teoría, práctica, organización... Sólo eso. Una dura lección. El movimiento popular que tumbó a Pérez Jiménez en el 58, estuvo consciente durante todos los años de oprobio, de corrupción, de festín, carnavales y cemento armado, que se jugaba la vida, y sus dirigentes en la clandestinidad se jugaron la vida (y perdieron el juego).

Resumir en anecdoticas (no, no lleva acento) de tres semanas a los 7 años de combate popular al reinado de Marcos I, reinado aplaudido por los tercios que andan por ahí disfrazados de gente decente, no hace más que legalizar los pliegos de los vencedores. Los pueblos son sabios y pacientes (no me queda duda). Mucho antes de que Salvador Allende nos recitara - porque es el poema de dignidad más hermoso que se haya dicho jamás- las lecciones que extrajo del experimento de la Revolucién en Chile ya sabíamos que: "El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse." (Salvador Allende. Septiembre 11, 1973)

Por lo leido la revolución (nótese la minúscula) de Sant Roz es algo diferente a la Revolución (nótese la mayúscula). Y su análisis de la Historia no termina por ser más que anecdoticas. Evidencia entonces que tampoco estudio teoría revolucionaria con los manuales -¡un decir!-
que ella misma se publica, y quizás vende (aun por confirmar) la fundadora del Centro Internacional Martita.

"La historia es nuestra y la hacen los pueblos", que algo queda...

Manuel Brito