2009/04/15

El sonido del alivio

Lunes 7 de la mañana en todo el territorio nacional (menos en las embajadas, consulados y naves de bandera venezolana que estén fuera de ese huso horario).

Es hora de ponerle oído al tambor (o algo así...) y la invitación la hace Mariluz Díaz, dueña de la voz más bonita que hay en Caracas y sus alrededores. Radio Nacional de Venezuela, en su canal informativo, transmite a esa hora, y hasta que en el Imperio Japonés dan las nueve y media de la noche, el mejor trabajo de difusión de la herramienta revolucionaria que se haya transmitido desde que Marie Sklodowska-Curie inventó la radio y a Marconi le diera por estudiar con seriedad (y no "leer" "mucho" y muy mal interpretar lo leído) la radiación en las sales de uranio.

Antes de que tosa y carraspee Vladimir Acosta, conductor, productor, cuarto bate y novio de la madrina de ese programa: "Temas sobre el Tapete" (¿o era "De Primera Mano"?), ya se escucha "el sonido del alivio", la esfervecencia de la profesionalidad, la entereza de la seriedad, la demostración tajante de responsabilidad, de quien pelea por la libertad, la igualdad y la fraternidad. Se oye el sonido del alivio: el del roce de los papeles de apuntes que le dan vertebralidad a su programa, que permiten transmitir con claridad, efectividad y eficiencia el mensaje de ese día. El sonido del alivio que invita a escuchar unas reflexiones que han sido preparadas para hacer de esos 50 minutos de programación radial, armas de liberación en aquellos pelean por una Revolución y no un tinglado social-demócrata-cristiano florido en valores burgueses, en guachafita de "asesorías", de irresponsabilidad y de irrespeto a todo un pueblo.

Ese es el espejo donde deberían verse los "productores" (¡para no ser crueles!) del resto de la programación de Radio Nacional de Venezuela. Todos bajo la dirección de la Licenciada del Blackberry, y todos insignes seguidores y destacados herederos del gran filósofo que inventara Ibsen Martínez (la doñita de generosa doble papada y de la mayor de las desverguenzas): Eudomar Santos: "Como vaya viniendo, vamos viendo".

¡Irresponsables!!!, que algo queda...

Manuel Brito