Dicen, los que de eso saben, que el culillo no se puede ni pagar por adelantado, ni cobrar en retroactivo. El culillo es un asunto de ese momento y de ese lugar. Por ejemplo, me da culillo "aquí y ahora" que alguien con quien no tengo asolutamente ningún valor en común, ¡ninguno!!, pueda coincidir conmigo en cualquier cosa, por más insignificante que sea (la cosa, no el que coincide). "Algo debo estar haciendo mal - es el llamado del yo emocional- para que estas cosas me sucedan". "Quien dice coincidir no sabe leer, se va por las ramas", dice el yo racional. Y lo racional es lo que priva. Que la Revolución es Ciencia y no emociones y metafísicas.
Pero digan lo que digan, el culillo se puede cobrar en retroactivo. Desde Abril 11, 2002 yo he visto como todos aquellos que alguna vez tuvieron que ver con la dirección del país desde puestos de gobierno, de su política, de su economía, se fueron poniendo flacos, como el muchacho que se le murió a la Negra Juana. El país estaba en manos de esos bichos de intelectualidad raquítica, de eso tuertos que fueron reyes mientras el país estaba poblado de ciegos. La estupidez ilustrada de, por dar un ejemplo, los "economistas" adecos, los columinstas "contestatarios" de El Nacional, y los "socialistas" del MAS, quedó desmostrada para todos, y a la vista de todo el que la quiera ver, cuando comenzó el verdadero proceso revolucionario. El pais estuvo todo el tiempo bajo la "dirección" (¡pasando por el go de USA!) de pasmarotes cuya capacidad de pensamiento lógico es nula. ¡Que culillo!!!
Pero la Revolución no se detiene allí y sigue y seguirá moliendo. Porque aunque aquellos pasmarotes tuviesen en sus manos las riendas del país, los que se le oponían debían tener manquefuese columna vertebral, principios, disciplina, y confianza en la victoria final de la que habla la Internacional. Ya sabemos que no es así. Claudicaron. Ya forman parte, y no disimulan su orgullo, de ser la clase media profesional que flota como (censurado) en el pozo séptico del sistema capitalista. Tanto así que ahora se convertirán en freno a cualquier cambio radical con argumentos tontos, es decir pequeño-burgueses, desde aquende la talanquera. Siempre tendrán la excusa exacta para no perder ni sus cadenas, ni sus sortijas, ni sus colegios privados, ni sus clinicas privadas, ni sus centro comerciales, ni sus oficinas capitalinas y ni sus jubilaciones a los cuarenta años (una verdadera insolencia aun en paises salvajemente capitalistas).
Y hablando de lo que "priva" y leyendo argumentos poco racionales, tontos, pendejos y zoquetes en defensa de las privas, propongo a las doñitas (dicho sin distingo de género) aquende la talanquera que salgan a la calle de manitos blancas y alpargatas con maracas con el lema: "¡Con mis valores pequeño-burgueses no te metas!!!".
El joropo es inexorable, que algo queda...
Manuel Brito