2010/04/13

El eje imaginario sobre el que rota el planeta. Dije imaginario.

En este instante no recuerdo bien. Creo que era el titulo de un libro de auto-ayuda como esos que sirven de inspiración y musa a los"revos" para escribir tan bonito, tan Corín-Tellado, tan en abstracto, tan dramáticamente, sobre un asunto que es meramente científico, basado en el raciocinio, basado en la experiencia colectiva, en lo objetivo, en lo tangible: Revolución. Me refiero al título "Yo estoy bien. Tú estas bien". Que también puede llamarse, sin mucha vuelta de hoja, Egoísmo en cubitos Maggi, si nada más tomamos el titulo o la solapa (¡épale!!) . Supongo que el contenido es menos perverso. Sólo un supositorio. Quizás lo sea. Total, no me voy a enterar. Hay cosas mas importantes que leer.

En cualquier caso, esto de la auto-ayuda, mezclado con fuertes dosis de metafísica judeo-cristiana (más de lo último que de lo primero), es un elemento de cuidado cuando se combate por la liberación total (repito, ¡total!!) del hombre y de la hembra. Demasiado ser metafísico entre nosotros. El enemigo lo sabe. Al el enemigo, el saber que no todos estamos claros en el para dónde, y en el cómo, le permite un respirito. Pueden usar sus fuerzas en otras direcciones donde hay más claridad de verbo, y mayor claridad de acción. ¿Irán a invadir? ¡Quién sabe!!!!

La gente de derecha (aún aquel se disfraza de izquierda; que son muchos) tiende a pensar que ellos están bien, ergo lo demás están bien. "Mi mamá me mima" es quizás el compendio de toda su sapiencia. Quino, dándole voz a Maflada, le responde: "La felicito por tener una excelente mamá. ¿Podemos ahora hablar de cosas más trascendentales?".

Es facil detectar al individuo de derecha. Te dice: "no soy de izquierda, ni de derecha" (¡épale Juan Domingo!!!) . El récipe me lo dio Roberto Hernández Montoya, quien citaba el récipe de uno de sus franchutes preferidos. No recuerdo a cuál. No importa. Pero existen otras muchas formas de ser de derecha. Ejemplo: El asumir que porque uno esta mal, todo el mundo está mal. El asumir que la depresión causada por -fuera de cherche- desequilibrios químicos, y la visión que desde esa depresión tenemos del mundo es igual para todos. El otro extremo del péndulo: Yo estoy mal. Tu estás mal.

Dice el poeta cubano Silvio Rodríguez: “Tengo más razones para creer en la Revolución, que para creer en sus detractores”.

¡Voila!!, que algo queda...

Manuel Brito