Inicia Mario Benedetti uno de sus trabajos más densos con los versos siguientes:
El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo [...]
Titulo a este trabajo "Curriculum". Yo me enteré de la existencia de estos versos porque Joan Tocayo le puso música, cosa que se agradece. Benedetti y yo, no sé el resto, sabemos que el cuento no es tan sencillo. Decimos que es sencillo con algo de malicia. La vida es compleja. Y más cuando vives de forma radical; yéndote a la raíz. A la raíz de un número negativo, se entiende.
Pero la vida para algunos es simple. Te consigues profesores universitarios (comillas al gusto) que, sin verguenza alguna, hacen pasar escritos ajenos como propios. Los mutilan aquí y allá, substituyen palabras por sus sinónimos y ¡voilá!!! La producción intelectual (comillas al gusto) es tan fluida, tan variada, tan tan, que en pocos años, con la ayuda de los amiguitos de papá, tañen las campanas del éxito. Pasan a ser sabios, eruditos, respetables (comillas al gusto). Lo demás es asunto de saber mantener el circo rodando. El circo de la deshonestidad, el circo del desvergonzado plagio. No es difícil. La sociedad de cómplices les presta a estos mamíferos toda la ayuda. De eso se tratan las mafias. Se soban las espaldas, fraternalmente, los unos a otros, con que ni en las misas catolicas después de leído el evangelio.
¿Ejemplos? No hay que irse muy lejos. Lo que hay es que aprender a agarrarlos por el chorrito. Son cetaceos. Malos ejemplos para la juventud, y somos pueblos y naciones jóvenes. Ergo, mal ejemplo para toda la Nación. Si el plagiante profesor universitario se gana el aplauso de las focas, ¿que tiene de malo que un loco de carreteras se dedique al plagio? Este es poco más o menos el corolario prismacolor del Teorema de Gonzalo Barrios: "No hay razon para no robar en Venezuela" (o algo así).
Es malo. No voy a demostrarlo. Basta con ver el caos de nuestra sociedad, dominada por intereses ajenos a los nuestros. Y tiene mucho más de malo cuando el plagiante, por loco o por vivo, inyecta ideología de dominación (redundancias perdonables) a través de articulazos que algunos podrian considerar de corte revolucionario (comillas al gusto). Los grupos religiosos de cualquier cuño son instrumentos ciegos -¡pero con unos oídos y un olfato del carajo!!- de la destrucción de las neuronas de los pueblos. Todos sus movimientos están fríamente calculados. Nada, absolutamente nada es obra de la casualidad, y mucho menos es "obra de dios" (por usar el vocabulario de los creyones). Reproducir un articulo de "Atalaya" (Testigos de Jehová. Watchtower Society) mutilado aquí y allá, en una portal revolucionario es un crimen contra la Revolución. Tan criminal el loco, como el que le da el garrote.
http://www.aporrea.org/internacionales/a70366.html
http://www.watchtower.org/s/20031008/article_02.htm
¡Cigarrón atora, pitoquitos!!!, que algo queda...
Manuel Brito