No sabria decir cual de los dos se reiría más, pero me late que sería Gasset, aunque no dejo de "pasearme" por el " imaginario" de las carcajadas de Ortega.
Suelta este pensador que no es santo de mi devoción: "Heredero de un pasado larguísimo y genial — genial de inspiraciones y de esfuerzos — el nuevo vulgo ha sido mimado por el mundo en torno. Mimar es no limitar los deseos, dar la impresión a un ser de que todo le está permitido y a nada está obligado. La criatura sometida a este régimen no tiene la experiencia de sus propios confines. A fuerza de evitarle toda presión en derredor, todo choque con otros seres, llega a creer efectivamente que sólo él existe, y se acostumbra a no contar con los demás, sobre todo a no contar con nadie como superior a él."
Cuando el renombrado, o re-apellidado, don Pepe lanzaba al mundo su concepto del "hombre-masa", seguro que "se paseó" por las protuberantes barrigas de los dizque profesionales que se comieron el mojón de ser clase media, excelsos agentes del colonialismo, mediocres administradores de colonias. Digo, porque de haberse "paseado" por el "imaginario" pechugoso, natural o artificial, de las "profesionales" (profesionalismo en entredicho) habría escrito el concepto mujer-masa.
Y es precisamente a esta gentuza (aquende o allende la talanquera) a quienes don Pepe se refiere en su opus mango (por lo bajito). Gentuza nariceada a gusto por el poder imperial, o el poder fama de "América", a través de los medios de "masas", la que se distingue por su "radical" ingratitud hacia todo cuanto ha hecho posible la facilidad de su muérgana existencia, es decir, de su puto existir. Estos comemierdas que tuvieron acceso a educación pública y gratuita hasta
niveles de post-grado, con becas y bequitas del Estado "paternalista" para ellos, para sus hijos, y para sus nietos, se llenan la maloliente bocota con sus "logros individuales", "sin ayuda de nadie", sin "deberle nada a la administración pública". Te dicen que a pesar de haber nacido en el barrio, de haberse criado en el barrio, se mudaron con mucho gusto para el "contriclú". Y todo gracias a sus "esfuerzos personales". Son estos comemierdas los soldados de la reacción, de la contrarrevolución. Es a estos comemierdas clase media "profesional" (es decir, mediocres administradores de colonias) , o a sus hijos, o a sus nietos, a quienes se les debería dar la oportunidad de trabajar de sol a sol, y no en las jornada de ocho horas que le arrancó a sangre y fuego el movimiento obrero al capital; sin escuelas, ni hospitales públicos, ganados en décadas de lucha proletaria, a ver que tan machitos y tan machitas son, a ver si la empresa privada los consideraría como potenciales agentes del colonialismo, mediocres administradores de colonias, es decir, egoístas de mierda, acomplejados, reaccionarios, contrarrevolucionarios, por más disfraz de "izquierdas" que se pongan.
Hombre-masa, que algo queda...
Manuel Brito