2010/03/24

¿El vaso encapotado anuncia tempestad????

Vale decir que fue en un culebrón de esos que hace RCTV que escuché por primera vez este coro. Poca importancia le di entonces. Total, como dirían los inútiles coleccionistas de inútiles diplomas "camino de la excelencia": esas cosas no las preguntan en el examen. La Guerra Federal, y las hazañas de Toñito Guzmán y del Leocadio de su padre, son cosas que no nos enseñan en el aula de clases. Herrera Luque, sin embargo, nos ayudó a empaparnos de esa historia, y con la Revolución más detalles han venido a acrecentar el debe haber de esa cuenta bancaria. Yo pongo todos mis ahorros en el Banco de la Memoria, porque eso me permite aprender en(de) cabeza ajena.

Me imagino al hijo de Cúa entretenido, antes de la batalla de Santa Inés, en explicarse y explicar al mundo cómo se ahogó su estado mayor en un vaso.

- General, por ahi vino el Mariscal Falcón (histórico lo de mariscal, y con cubiertos...) a decirle adiós porque usted y que está tuerto, le dice un patiquín que no monta a caballo porque le salen callos en las nalgas.

- General, déjeme decirle que Santa Inés no me parece... Yo siendo usted los mando para Maracay y hacemos barricadas en El Samán, se le acerca un blanquito con lap-top en mano.

-General, me va perdonando, pero usted está rodeado de puras lanzas quebradas (no había llegado el beisbol a Venezuela), pongame a mí que yo si sé, y mis focas también, general. Dícele un gordito con ridículum de 30 páginas.

-General, acépteme una "autocrítica": me parece que usted se cree un napoleón tropical y anda pepito para le ridan culto a supersonalidad. Dícele un blanquito desde lejitos.

-General, tanta bolsería que habla y sigue vendiéndole cacao a los gringos y despues dice que ellos son los que estan pidiendo cacao. Contradiciones aparte no, mi general...Dícele un estratega atragantao de ego.

-General, tanto que le jalé bolas y no me dio ni un ministerio. Ahora aténgase a las consecuecias...vamos con t-o-d-o cuchicuchi.... Dícele el mismo gordito llorón, pero ahora comiendo casabe con cubiertos.

El General Ezequiel Zamora cometió dos errores y en los dos estuvo involucrada la espalda. Le dio la espalda a un guerrillero del pueblo que sabiamente decía: "muerte a todo el que sepa leer y escribir (y use su talento en contra de su pueblo)". Y le puso la espalda descubierta a quienes desde este lado de la talanquera siempre trabajarán por detener el proceso revolucionario. Son los que forman tempestades de malacrianza en vasos. Los que hacen tempestades llenas de cizaña, creando innecesarias confrontaciones, repletas de en vasos para ahogar a la vanguardia revolucionaria en refriegas inútiles, en escaramuzas de poca monta, debilitando la estrategia, haciendo pública la táctica.

¡Ay Martín Espinoza!!!, que algo queda...

Manuel Brito