El idioma es suceptible de ser asesinado. Y quienes asesinan el idioma, la única herramienta efectiva de defensa con que cuentan los pueblos, parecen gozar de impunidad. No hay ley "quedealgunamanera" prohiba "quebuenoque" asesinar el idioma.
La Constitución de la República "dealgunamanera" Bolivariana de "quebuenoque" Venezuela, no es el Popol Vuh "enelmarcodeloqueseria" el pueblo venezolano. Cuando mucho, es la demostración palpable de cómo el pueblo, representado por algunos pocos (¡dije pocos!) constituyentistas revolucionarios y honestos (redundancias apartes), y corriendo con handicap, logró enfretar las marramucias de los sabihondos constituyentistas al servicio del poder y encargados de perpetuar los vicios de la cuarta república (nótense las minúsculas) y el esquema burgués de democracia.
Puedo aqui nombrarlos a todos. Puedo aquí traer a la memoria de los que me leen a Luis Miquilena y sus negocios frutales (MICAMBUR, o algo así...) pre- y post constitución. Puedo poner de ejemplo al "constituyentista" que redactó el Decreto de Carmona y se dio a la fuga. Puedo demostrar que entre medianoche y gallos los constituyentistas reaccionarios hicieron y deshicieron... Entonces no me sirve. No me sirve la metáfora al libro sagrado de los mayas. Por muy poética que suene la frase de Chávez, crucifijo en mano, en esa inolvidable mediodía, hora de Japón (que los momentos de arrechera nunca se olvidan) en que el líder detuvo la victoriosa y popular Revolución, o la toma del cielo por asalto, que decían otros poetas, para dar paso a un gobierno en vías de radicalizarse (repito: vías de radicalizarse, gobierno).
Pero en ningún artículo de esa Constitución, ni en su preámbulo, ni en sus disposiciones transitorias, ni en el índice, ni en la página donde dice: "Se terminó de imprimir el dia tal, en los talleres cuales..." se puede leer, o se puede intepretar que "Toda educación es pública". Y si me la ponen chiquita, el artículo 102 se equivoca de "p" a "o" (cf. presidente Chavez en referencia a Insulza) cuando después de enunciar que la educación es un derecho humano, suelta la perla de que "la educación es un servicio público". Error de concepto. Error de malos inventores, que diría Samuel Robinson.
No voy a recurrir aqui a los diccionarios de la lengua castellana, para explicar el uso del vocablo público a gente que tiene tribuna (o púlpito) para dirigirse a cientos de miles de personas. Ellos están en la obligación moral de hacer buen uso del idioma, y de contribuir a que nuestros pueblos ganen el idioma y la ló-gi-ca como herramientas de liberación -tal y como lo exige Samuel Robinson-. Pero para poder hacer eso tiene uno que haberse liberado primero. La primera liberacion "pasa" por una uva seca, como es lógico.
¡Ahí está el detalle!!, que algo queda...
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