Nada más jodido que perdirle materia gris ("pedigris" en arameo antiguo) a la gente que cree que la inteligencia se hereda.
Son demasiados los diplomas, los viajes, las becas vitalicias y los premios para permitir que un huelefrito les ponga los puntos sobre las íes de su intereses particulares, sobre las jotas de su jantaciosa vida de seres superiores y sobre las ues de chigüires, que es como llamamos en el pueblo a quienes pretenden pasarnos por encima a cuenta de que aprendieron a leer y a escribir.
Los ególatras son mochos por tanto se reúnen para rascarse. Además son tuertos (ups!) por eso los hacen reyes en países de ciegos. Mi misión, y decídi aceptarla, es tumbarle el capirote a todos aquellos que se
sienten superiores a mí, porque soy pueblo llano. Mi tarea, y decidí aceptarla, es bajar a coñazo limpio -si es necesario- de sus pedestales a aquellos que llegaron allí sin más mérito que pasarle por encima a millones de mis compatriotas pobres e iletrados que viven "De México a la Patagonia" (para ponerle música al asunto). Mi Revolución (sin apellidos porque la única Revolución posible, viable e indefectible es la Socialista) no pretende enamorar a la clase media profesional para que disfruten de las prebendas de clase superior
dentro de una nueva estructura socio-económica. Mi Revolución es demostrarle a la Clase Media Profesional (medio rica y medio culta) que son vapores de la fantasía (por no decirle que estan monjoneados, que eso suena muy feo), y que les toca -les guste o no- identificarse con, y luchar por, los intereses de clase del trabajador. Intereses de clase que se enfretan, sin vacilaciones de ningún tipo, a los intereses de clase del capital. En caso de que les dé urticaria ser considerados pueblo explotado como somos todos , serán considerados, como decía el camarada Stalin (es que soy "estalinista" de uña en el rabo, como le gusta decir a los pusilánimes social-democrátas-cristianos vestidos de rojito carmesí): enemigos de clase. Y no solo de clases, agrego yo: enemigos aún en vacaciones.
La sabiduria popular lo resume en: "O corren o se encaraman". Por consistencia y lógica, y como me estoy refieriendo a gente encaramada en sus pedestales, debo decir: " O corren, o se apean".
Demócratas burgueses de todos los países: Chao chiguires!!!, que algo queda...
Manuel Brito
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