2011/04/14

Toros y Electricidad



A mediados de quién sabe qué mes, de quién sabe qué año, llegaron a la escuela un par de jóvenes que venían de la Electricidad de Caracas C.A. (anónima, pero de los Zuloaga) con un fajo así de grande suplementos (¿de tiras cómicas?), un proyector 8 mm y una pantallota. El exquisito suplemento aún debe conservarse en casa. Y el corto de Kalixto debería formar parte de los grandes hitos de difusión científica en mi pais. Reducirla a una mera propaganda de los Zuloaga para vender electricidad es un simplismo imperdonable. Como lo sería el reducirlo a la traducción literal de material educativo para chamos en Gringolandia. Era mediados de los 60. En muchos sentidos éramos felices e indocumentados. Como era "natural" poco se decía de Fabricio, de Lovera, de la CIA y su injerencia. La calidad y contenido de este material educativo para niños y niñas, el estímulo a continuar estudiando e investigando en historia y en los fundamentos de la ciencia y la tecnología, no volvió a pasar frente a mis ojos hasta que, ya mucho más viejo y después de casi 24 horas en avión (recibiendo más radiación que la que he recibido desde la "catástrofe nuclear" aquí a patica 'e mingo) con escalas en Nueva York, en Anchorage y en Tokio, llegué a Osaka en octubre de 1982.

Kalixto fue el primero en advertirme sobre las observaciones de un tal Tales de Mileto, del papagayo de Benjamin Franklin, de los experimentos de Faraday y de Joule, nos introdujo a la teoria ondulatoria de la luz, etc, etc.... Fascinantes 30 minutos de película, y fascinantes meses años, décadas, subsiguientes empleados en la profundización del conocimiento, más allá de la anecdótica anécdota (generalmente tuerta) y cada vez con mejores métodos de análisis, mejores herramientas experimentales. Ademas de Kalixto, por allá por el Cuatricentenario de Caracas, me llegó otro panfleto que, con apenas una foto y una leyenda, describía milenios de metafísica, de superstición, de miedos, de manipulación y de opio de los pueblos. Decía el cronista: "Con la llegada de la energía eléctrica, y la luz eléctrica a las calles de Caracas, se acabó la leyenda de la Sayona y otros seres de ultratumba". El mensaje "oculto"(?): Electricidad como sinónimo de progreso, electricidad como sinónimo de ciencia al servicio de la humanidad.

Por eso es que quizás no entiendo esta histeria colectiva en contra del uso pacífico de la energía nuclear, ese desperdicio de energía eléctrica, ese exceso en emisiones de dióxido de carbono (¡y sin usar listerine!), y la peorrera (gas metano, el gas de los pantanos) putrefacta de quienes ahora, y después de tener hasta 70 años usando energía eléctrica, comprando cuanto cachivache hace uso de energía eléctrica para demostrar su poder adquisitivo, y ya para colmo de males haciendo "revolución" (perdóname Marx el diminutivo y las comillas para la cosanostra) via twitter, "desde mi blackberry".... Semejante contradicción habla a gritos de la madeja de estopa que tienen por cerebro.

Tanto payaso junto cantando al unísono, me recuerda a los que escriben manifiestos contra la "Fiesta Brava" mientras la enfilan contra una jugosa punta de trasero y una buena baranda de yuca frita. Yo les creería tanta golpe de pecho sin me hacen llegar sus manidos manifiestos, y sus histéricos mensajes desde Chachopo a Apartaderos (que no está tan lejos), siguiendo los caminos de Luz Caraballo: "entre golpes y traspiés, persiguiendo tus ovejos, se te van poniendo viejos los deditos de tus pies". Quienes nos quieren regresar a la edad de piedra son ellos... Quienes nos quieren regresar a la metafísica y a la superstición son ellos... Quienes nos quieren reducir a la ignorancia, son ellos... Quienes se ahogan en un mar de contradicciones son ellos... Quienes abogan con esa llorantina por el monopolio gringo-israeli de la energia atómica, son ellos... Y lo hacen en nombre de una "revolución" que ignora a la ciencia, cuando la Revolución es CONCIENCIA y con CIENCIA se hace.

¡Energía atómica en Guayana ya!!!, que algo queda...

Manuel Brito